La fuente no es demasiado fiable, pero asegura que las fuerzas aereas finlandesas juran que la nube dejó los motores de dos cazas "pal desguace, oigausté"
Seguimos a vueltas con la puñetera nube del volcán ese de Islandia, el que no hay quien pronuncie y ahora son las compañías aéreas las que han dado un paso al frente para presionar a los gobiernos y que abran los cielos. Hombre, los cielos, de suyo, abiertos, están; otra cosa es que estén practicables y me temo que esa cuestión no se la van a poder arreglar desde Bruselas. Es verdad que cada día en tierra es un chorreo de cientos de millones de euros que hay que pagar de una u otra forma, pero es que la otra opción, la de no parar y que los aviones se vayan cayendo como higos maduros en una tarde de calor, no me parece que sea muy viable. Vamos, digo yo, que tampoco es que sea muy complicado llegar a esa conclusión.
KLM, Air France y otras han hecho vuelos de prueba; que ya se han encargado ellos de gritarlo a los cuatro vientos para que todos nos enteremos bien. ¡Ya! ¡Y un jamón, vuelos de prueba! Que yo haya leído, no ha habido ni un solo aparato que haya hecho un simulacro verosímil de vuelo en condiciones normales de altitud, duración, carga y altura.
Si alguien tiene demasiada prisa, le sugiero que se lo tome con un poco de calma, que una cosa es dar un saltito de Amsterdam a Bruselas a 3000 metros con el cacharro vacío y otra, muy distinta, cargar hasta las cejas un 747 con equipajes, gasolina y 350 personas para hacer ruta entre Holanda y Nueva York por el pasillo habitual; cerquita de Islandia, vamos. Sugiero que, en esos vuelos de reenganche, el pasaje esté formado por los señores miembros del consejo de administración de las compañías valerosas y cuadro directivo al completo ; sus bellas esposas y alguno de los puñeteros padres que aún vivan. Vamos, como sugerencia, pero sin que haya nada personal y sin acritud.
El dinero es muy cobarde y mal consejero ante las crisis, especialmente si las consecuencias negativas de mantenerlo a salvo, las paga otro. En ese preciso momento, ese otro puede darse por jodido, seguro. La navegación aérea ha crecido enormemente y ha alcanzado la importancia que tiene hoy día gracias a su seguridad y fiabilidad. Hoy es un sector imprescindible (hasta que no lo tengamos y busquemos otra alternativa, que la habrá) pero lo es porque garantiza que millones de personas se trasladan SEGURAS. Si los aviones tuvieran la décima parte de las víctimas y accidentes que tienen los coches, no volaría ni el tato, así que me permito aconsejar a los sesudos y preparados gestores de las compañías, que hagan experimentos con gaseosa, que los volcanes los carga el diablo.
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