Mayor para las democracias asamblearias
Es tarde y la primera toma de contacto con las bases de Equo se ha producido ya me siento obligado a dar cuenta del evento:
Primero. Muchas gracias a todos los que de alguna manera habéis apoyado, sugerido, discrepado, entrado en el blog y dejado vuestra colaboración. De verdad, gracias todos.
Segundo. Me vuelvo a reconocer como ajeno a esas corrientes asamblearias en las que todos intervienen contando su película particular sin aportar ni una sola partícula de inteligencia al proyecto global.
Tercero. ¿Contenido? Si, pero...Siendo realistas, Equo podrá optar a una, máximo dos, representaciones parlamentarias, de forma que su capacidad de influir en la letra de las leyes que salgan del parlamento, en la próxima legislatura, es mínima. Está bien intentar el acceso al Parlamento pero....¿servirá para algo? Sinceramente, lo dudo. Ya sabemos que los grandes partidos no asumirán ni uno sólo de los puntos de programa que salgan de las futuras asambleas de Equo.
Poniendo un ejemplo concreto, no creo en lo adecuado de una declaración de hoy: “Con que uno de cada mil universitarios nos sigan, estamos satisfechos” Yo no, me parecería una oportunidad perdida, un desastre. Siguiendo la manifestación de mi amigo CB (Hoy tocan iniciales) “Todos somos verdes, hay que aprovecharlo”, hubiera preferido aspirar a que los mil aportaran algo, un simple paso: sumaríamos mucho más, pero eso no se ha contemplado ni de lejos.
Alguno de vosotros, mucho más veteranos o avispados, habéis acertado al 100%: Uno está mayor para determinadas muestras de la democracia asamblearia. Muy hábil JLV.
¿Que toca a partir de ahora? Pues personalmente apoyaré, me haré socio (casi seguro) y me ofreceré a colaborar en ambientes restringidos siempre que me aseguren que se va a trabajar, no a perder el tiempo escuchando pequeñas miserias que hacen grande, durante poco tiempo, la autoestima de aquellos a los que les hubiera motivado llegar a presidente de su comunidad de vecinos.
Antes de que os molestéis atacando: acepto mi posible soberbia intelectual, pero siempre prefiero estar en sitios en los que la gente que me rodea me enseñe y me obligue a pensar al máximo de mis posibilidades, a estar en rodeado de gente que me recuerde la existencia de todo aquello que debería ser rechazado. Aunque me cueste quedar como lo que realmente soy: un imbécil.
Seguiremos informando, que ha habido más, pero eso es contenido de otra entrada más elaborada y reflexiva.
Ls grandes aspiraciones suelen quedarse en simples proyectos y los altos ideales en cimas inalcanzables... al pricipio...
ResponderEliminarSi eres capez de contagiar tu entusiasmo, todas las aportacions juntas pueden convertirse en un plan que haga reverdecer los árboles secos.
a.m.