Las lagunas de Ruidera
Leo en El País (ya hablaremos de El país, que la cosa tiene
sustancia) que el agua quiere volver a las Lagunas de Ruidera y que los
acuíferos parecen reconocerse en sus excesos para construir el río. Dicen los
viejos que el agua siempre vuelve aunque en este caso haya necesitado ayuda.
España se encamina a su destino desértico con poca conciencia de lo que eso
significa.
Perdemos miles de hectáreas de montes cuya recuperación no
va a tardar, es que no se va a producir nunca pues el hombre, que formaba parte
de esos ecosistemas, se ha marchado y nadie se ocupa de que esos lugares
vuelvan a ser ricos y a generar la riqueza global de la que todos participaban.
Los bosques de ahora son bosques que sólo dan dinero al hombre en forma de
maderas de bajo coste. El agua es algo que gastamos, o pretendíamos gastar, en
absurdas urbanizaciones con campos de golf en lugares imposibles.
España debería economizar el agua como un tesoro de la misma
manera que la cuidan y gestionan los israelitas y me temo que la noticia de El
país sólo servirá para que los de siempre, los amigos de Cospedal, digan que
todo está estupendo y que ya se puede regar a manta hasta el último rincón de
sus canchales, que es lo que suele pasar en cuanto alguien se pone contento con
estos temas de la naturaleza.
El agua, en España, debería ser una cuestión sagrada y nadie
hace caso. Todo levante sigue regando a manta con un dispendio inmoral; tenemos
campos de golf como si el césped no hubiera que regarlo y todo es igual de
absurdo en la gestión del agua, pero de vez en cuando, sólo de vez en cuando,
el agua vuelve y la vida tiene un respiro.
No sería mala idea pillar la moto y acercarse a ver esas
lagunas…
No hay comentarios:
Publicar un comentario