La Libertad amarrada

 

La fragata Libertad de la armada Argentina.

Otra pifia de Doña Cristina Botox

El buque escuela de la marina Argentina, la fragata Libertad, se encuentra amarrada en un puerto de Ghana como garantía de un pago de deuda. Argentina lleva demasiados años haciendo, más o menos, lo que le da la gana con sus compromisos internacionales y sin hacer frente a contratos, deudas emitidas, pagos o cualquier otra conducta habitual entre las naciones en el contexto internacional.

La de hoy es una reclamación efectuada por un fondo de los llamados “buitres”, gente con pasta que ante la inseguridad de los acreedores legítimos de una deuda, negocia con ellos para comprar esa deuda por un valor marginal. Si cobran o no cobran es problema de ellos, de los buitres, pero resulta que el derecho internacional, la costumbre y el más mínimo decoro, les respaldan.

Argentina decidió hace años no pagar su deuda y condenarse al corralito después de que sus políticos esquilmaran y robaran todo lo que no está escrito y ahora, años más tarde, alguien que tiene dinero, paciencia y tribunales a los que recurrir, decide poner una reclamación legal en Ghana y el juez de turno actúa como es normal que actúe.

La actual presidenta de Argentina se ha dedicado a tapar su desmedida codicia y falta de integridad con cortinas de humo lanzadas a los ojos de sus ciudadanos, pero algún día esta coña debe terminar. La fragata Libertad es un caso, pero puede haber cientos de reclamaciones internacionales esperando la llegada de barcos, aviones o cualquier otro patrimonio argentino, para embargar cualquier bien que pueda ser convertido en dinero.

Argentino debe cumplir o terminar de salirse del sistema internacional en el que está actuando como un corsario con patente auto concedida. Argentina, los argentinos, no deberían soportar ni un minuto más esta apropiación indebida de su estado en beneficio de las muchas cuentas particulares de la tal Cristina. Mientras eso ocurre, la Libertad espera amarrada en los mismos muelles que vieron encadenada la libertad de millones de esclavos. Toda una metáfora que España podría aplicarse convenientemente.